5 formas para no esperar de más de otros

Hoy leerás un poco sobre lo que esperamos de las personas que se vinculan con nosotros. Es posible que esperemos demasiado y, en vez de ser felices, tengamos toda una serie de emociones densas y la idea que esta persona o cualquier otra que llegué, podrá hacernos daño.




Nuestras experiencias establecen nuestras creencias; así, vivimos rodeados de expectativas y muchas de ellas son irreales, imposibles de cumplir. Eso te lleva a verte sufriendo una decepción tras otra y a percibir que te encuentras en una jaula de la que no sabes cómo salir. Dejar de esperar demasiado de los demás puede que sea una buena alternativa.


Esperar demasiado te lleva a la decepción
Si te dedicas a esperar lo que nunca va a llegar o lo que posiblemente no suceda, vivirás una decepción. Por supuesto no podrás esperar nada de nadie porque no los controlas y pueden cambiar sus acciones en cualquier momento. Pero, ¿sabes de quién deberías esperar algo? De ti mismo. Tu Consciencia puede llevarte a no vincularte desde algo que “esperes” o necesites de otros.




Así, quiero invitarte a conocer 4 formas que te pueden ayudar en tu transición para dejar de esperar demasiado de las demás personas. Esto te liberará y te permitirá soltar esa maleta de expectativas irreales en las que depositaste tu confianza. (Porque es en esa maleta donde están tus expectativas y esperanzas… no en el otro!!!). Así que es el momento de dejar de esperar y empezar a vivir.




4 tips para no esperar más de otros

1. ¿Expectativas o Dependencias?
Con frecuencia veo en mi consulta a personas que han responsabilizado a los demás de su propia “felicidad” y de su propia Armonía. Si haces esto, lograrás que tu estado emocional dependa específicamente de la forma en la que actúe la otra persona. El resultado: Dependes de los demás porque los has hecho responsables de que te carguen eso que deberías cargar tú.

Es incoherente e imposible ser feliz si continuamente dependes de los demás para sentirte bien. Hacer Consciencia de esas ataduras, lograr liberarlas y dejar las expectativas ilógicas a un lado, te permitirá ver que la felicidad está en ti. Tú eres el responsable de tus cargas.



2. Interés: No siempre recibirás lo mismo a cambio
Los vínculos se entablan por interés y eso es innegable; sin embargo la sociedad y la religión nos alientan a dar sin esperar recibir nada a cambio; en nuestra “Sombra” estará esa parte de nuestro Ego que espera ser recompensado de alguna manera. Es desde la “Sombra” que esperamos que los demás actúen de una forma en la que logren darnos al menos lo que nosotros hemos entregado.

Esta es una forma de construir una expectativa. Y, además de importante, será una expectativa ilógica que lleva al mal agradecimiento: No estás aceptando a las personas como son, con lo que te podrían ofrecer. Ahora quieres que te den algo específico y de una forma especial. Has creado una Obligación. Y si me has leído en capítulos de Economía Consciente, sabrás que hay una fórmula matemática simple: Has creado una supuesta deuda que la otra persona deberá pagar con el interés que a ti se te acomode y eso se ve así.
Obligación= Deuda x Interés

No obligues a nadie. A nadie le gusta hacer cosas por obligación, básicamente porque allí no existirá el Amor. Acepta a las demás personas tal y como son; no todas te corresponderán como tú esperas; algunas ni lo harán. Pero eso no debe preocuparte porque puedes hacer Consciencia de algo: Estás vinculándote con el otro desde tu Abundancia; será algo tuyo que nunca se acaba; el otro no puede llevárselo o dejarte sin nada; el otro podrá tomar lo que guste, en las cantidades que guste. Verás inmediatamente que estás relacionándote desde el Amor. Te sentirás feliz porque te has dado a otros y no, por cómo te agradecieron o te “pagaron”.





3. No existe la persona o la situación “soñada”
En nuestra mente existe la situación ideal que viviremos con la persona más especial. Es una forma que tiene el Ego para, desde nuestras experiencias y creencias, juzgar las situaciones y determinar qué nos “merecemos” y que no. Sin embargo es su función: Impedir que nos hagamos daño y/o nos quitemos valor. Desde allí sus Juicios.

Si esperamos a vincularnos en una situación específica, puede que no lo hagamos nunca o actuemos de forma equivocada; si, por ejemplo, esperas encontrar el trabajo que te permita crecer, con un jefe que lidere y te enseñe, con un pago que sea de interés en este momento y que quede cerca a tu casa puede que no logres nunca un vínculo laboral y que sufras permanentes decepciones.

Si haces esto, estarás buscando vincularte desde tu Necesidad (lo opuesto a la Abundancia del numeral anterior); estarás creando, en otra forma,  una especie de Obligación. Todo debe ser como me interesa (deuda x interés). Esto te dañará, te herirá, y no te darás cuenta de que has sido tú la responsable de ese movimiento.

En marketing existe un concepto que hoy te comparto: El Mínimo Viable. Consiste en sacar un producto o servicio al público lo antes posible; sólo así sabemos qué tipo de mejoras requiere realmente y si ese producto es de interés para ese público objetivo.

Trabaja con el concepto del Mínimo Viable: ¿Qué es lo mínimo que tienes para vincularte con otro? Una vez que hagas Consciencia, vincúlate desde allí, desde tu Abundancia. Irás encontrando más y más cosas para fortalecer una unión que depende enteramente de ti y no de creencias ideales.



4. No tengo que ser lo ideal para el otro (tampoco debo ser su Todo)
Ahora que está tan de moda el concepto de “El Espejo” (que casi siempre trabajan de forma errada), es importante que hagas Consciencia: Tú has fallado en tu vínculo: alguien esperaba algo de ti, pero tú no cumpliste sus expectativas y es posible que tu acción provocara una decepción.

Debes tener claro el concepto y ser consciente de expresarlo a las personas: Es posible que yo no sea lo ideal para ti (o para una empresa, por ejemplo), pero haré lo mejor que pueda y espero crecer en el proceso.

Así los demás reconocerán que no eres perfecto (porque nadie lo es); verán que te estás aceptando como eres y que ofreces un vínculo desde lo que tienes o sabes; un vínculo desde tu Abundancia. Ahora podrás “fallar” en la expectativa del otro, pero desde que procures hacer siempre lo máximo que puedas, estarás tranquilo. Si fallas ahora, es porque el otro esperaba mucho de ti. Compártele esta información y dale la vuelta a esa tortilla.




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