Terapias Emocionales Terapia Cognitiva Conductual

Ayer una de las personas de nuestra fanpage, me pidió que le explicara “qué métodos empleamos para la Reprogramación Emocional” y me di cuenta de que, a pesar de haber dos artículos en el blog, es necesario explicar el tema de una forma un poco más formal; sobre todo después de haber editado y publicado un artículo en inglés sobre los beneficios de la CBT (cognitive-behavioral therapy también llamada REBT o Rational emotive behavior therapy, por sus siglas en inglés); en ese estudio científico se concluye que cerca del 90% de los pacientes tratados con esta terapia se sintieron mejor luego de 3 meses de terapia, contra los pacientes que recibieron tratamiento médico normal. (Ver el estudio completo aquí)

Lo pesado del citado artículo, me obligaba a buscar la forma de escribir algo en español, que no fuera tan técnico; así que retome un resumen muy puntual que había elaborado hace algún tiempo (y que me pueden pedir por email) y empecé a escribir algunas notas. La unión de ellas formó el texto del artículo que les compartimos hoy y que explica lo que se llamó Terapia Racional Emotiva Conductual.

Lo primero que debo escribir, a modo de resumen, es que la Terapia Cognitiva es un tipo de psicoterapia (es decir, una forma de intervención psicológica), cuyo propósito es la búsqueda de un cambio mediante la reestructuración de las ideas, pensamientos y creencias distorsionadas, que puedan estar afectando las emociones de una persona (a nivel mental) y/o su salud general.

Orígenes del tratamiento

El ideólogo de este método de curación fue el Dr. Albert Ellis, psicólogo, quien inició la Terapia Racional Emotiva Conductual (TREC) en el año de 1956, fecha en que decide apartarse de la psicología formal y empieza a autodenominarse Terapeuta Racional(1). Seis años más tarde el Dr. Aaron Beck, psicólogo psicoanalista y profesor de psiquiatría, desarrolló la Terapia Cognitiva (TC), apoyado en los conceptos de Ellis y que fue realmente muy eficaz en el tratamiento de depresiones y trastornos de ansiedad.

Tanto la propuesta de Ellis, como la de Beck, junto a diversos desarrollos, orientaciones y corrientes, como por ejemplo, los modelos integrativos, conductuales y sociales, entre otros conforman lo que actualmente se conoce en psicoterapia como Corriente Cognitiva Conductual.

Cómo dato interesante (para que no se me aburran), les cuento que Ellis inspiró su modelo en enseñanzas de pueblos Babilonios, Griegos y Romanos y en filósofos de la era moderna. El concepto que evidencia lo cerca que está Ellis de estos filósofos es una frase de Epicteto (2) que expresa que "No son los hechos, sino lo que pensamos sobre los hechos, lo que nos perturba"(3)

¿Y entonces cómo funciona la Terapia Cognitiva?

Ante una determinada situación o estímulo, cada persona tiene una respuesta o una reacción; esa respuesta o reacción se genera mediante una evaluación de experiencias, de hechos o de ideas que se han construido en el pasado; esas experiencias o ideas se crean de acuerdo a los objetivos, deseos y metas de cada uno. Y así nos formamos una serie de esquemas que, en psicología, se llama la Estructura Cognitiva. Pongo un ejemplo y les pongo dibujitos.
Si de niño es frecuente que vea a mis padres pelear permanentemente reclamándose uno al otro, esa experiencia creará en mí, la idea de que un reclamo implica una pelea; hasta ahí todo normal; el lío ocurre cuando en el presente voy en mi automóvil y un peatón me reclama por algo (justo o injusto, no importa; para mi experiencia es igual); en ese momento, emocionalmente “creo” que debo salir a pelear (eso sigue después del reclamo, no?...); y entonces (en el mejor de los casos), salgo y desato mi furia con el inconsciente imbécil al que se le ocurrió la estúpida idea de ofenderme… el muy güe$%#!!!, que se estará creyendo! Como si él fuera perfecto!; digo, en el mejor de los casos, porque es muy frecuente que se trate de contener esa emoción por cualquier razón (no tengo tiempo de pelear, el peatón está muy grande, etc.); si este proceso se repite varias veces, el manejo des armónico de esa emoción generará desequilibrios orgánicos. En nuestro caso, sabemos que todos los niveles de Ira (emoción de nuestro ejemplo), se alojan en el par hígado-vesícula. Si yo soy el personaje del ejemplo, con el tiempo desarrollaré cálculos en la vesícula. (Porque me “sacan la piedra a cada rato”).

En conclusión, podríamos hacer un esquema (dibujo) cognitivo (de aprendizaje), que fuera así:
Gente cercana se reclama ---> Gente cercana se pelea
Reclamo ---> Pelea

Resulta que algunos psicólogos expresan que dichos esquemas cognitivos, que nos enseñan los mecanismos que nos permiten sobrevivir, son el resultado de las experiencias vividas por cada persona y de lo que llaman predisposiciones genéticas y que ambas generan algún tipo de aprendizaje, aunque no seamos conscientes de ello.

Ya enterados de esto, les cuento siguiendo con el ejemplo: el primer paso de la fórmula de trabajo de esta terapia consiste en identificar la “distorsión cognitiva” (es decir, un patrón o conjunto de ideas que causan una alteración emocional y por lo tanto es erróneo en el presente); reconocemos esta distorsión, porque generan efectos adversos sobre las vivencias, emociones, sensaciones y comportamientos de una persona en la vida cotidiana. En nuestro ejemplo, golpear a alguien por un reclamo (sea cual sea) es esa la ejecución de una distorsión cognitiva. La idea de “Me Reclama, entonces Yo peleo” no es normal; no es lógica; afecta mis vivencias y mi comportamiento. (Se imaginan lo ridículo que me vería si el peatón me hubiera reclamado con una frase como: “¿Por qué no le diste el paso a la ancianita?” ¡!!!). Conclusión: El primer paso es identificar la idea, el patrón o la creencia que es errónea. 

El segundo paso implica pensar sobre si esa idea, patrón o creencia me sirve en la actualidad; racionalmente (es decir, pensándolo bien) veo que no; que me altera y me afecta mucho; entonces racionalmente y con ayuda del terapeuta, procuro ubicar los significados de esa idea, patrón o creencia; evalúo qué significan para mí y racionalmente entiendo que debo abandonar esa idea. Se trabaja con la ayuda del terapeuta la idea “El que Yo peleé después de un reclamo, no me sirve siempre” Conclusión: El segundo paso es modificar racionalmente la idea, el patrón o la creencia. 

El tercer paso que realiza el terapeuta es simple, pero puede ser tan complejo como el caso lo requiera; aquí se le ofrece al paciente, una serie de ayudas para favorecer el cambio hacia la mejoría de su salud mental, de forma que maneje de manera Armónica sus emociones. La idea que podría apoyar el terapeuta sería algo como: “No siempre que me reclamen, debo pelear o sentir Ira”; cada terapeuta tiene sus propios mecanismos de “ayudas”; hay algunos que son muy fuertes y otros que son suaves, pero debe tenerse en cuenta que, por definición, la Terapia Cognitiva psicológicamente está catalogada dentro de las “terapias breves”. En mi caso, para seguir con el ejemplo, yo le pondría a este paciente el ejercicio de pasar una calle transitada, lentamente y, de ser posible, parando los vehículos antes de que él pase. Y una vez que le reclamen, le insulten o le peleen, él se disculpe con una sonrisa. Se refuerzan las ideas: “El que Yo peleé después de un reclamo, no me sirve siempre” y “No siempre que me reclamen, debo pelear o sentir Ira”. Conclusión: El último paso consiste en lograr que el paciente se reeduque, cambiando la idea, patrón o creencia y por lo tanto, cambiará su comportamiento. (O como explican los técnicos, “lograr una reestructuración cognitiva por medio de intervenciones psicoeducativas, modificaciones emocionales, conceptuales y la puesta en práctica de nuevas modalidades de pensamientos y conductas, que colaboren en mejorar el estado de los pacientes”. Uyyyy)

Como expliqué en alguna parte arriba, los psicólogos consideran que hay también factores genéticos; así, algunos terapeutas cognitivos aportan ayudas para apoyar el cambio y también recetan medicamentos o psicofármacos para apoyar esos desarreglos biológicos; personalmente he tenido la bella oportunidad de comprobar (genetista, puedes opinar diferente; te sigo respetando) que lo que existe es una historia que carga toda una familia y que explica algunas de esas distorsiones cognitivas (o aprendizajes equivocados); lo que ocurre es que entonces hay que trabajar con otra forma terapéutica de generar bienestar, pues implica a toda la familia. Esa Terapia se conoce como Constelaciones Familiares (algún día escribiré del tema).

Para no irme por las ramas (cómo si no lo hubiera hecho), les cuento que en la Terapia Cognitiva (o Terapia Racional Emotiva Conductual) puede haber varios métodos para identificar la “distorsión cognitiva” (la idea o patrón adverso; si estoy muy técnico me dicen); nuevamente emito mi opinión y escribo que esos métodos no son relevantes, pero para contarles podemos mencionar la Hipnosis Clínica (aplicada tanto en diagnóstico, como en generación del cambio); tal vez la forma más común, pero pueden usarse muchas otras ciencias y técnicas; nosotros mezclamos varias de ellas, dependiendo de qué tan adentro o qué tan oculta esté la idea (o qué tanto nos la quiera esconder el paciente); podría mencionar entonces, desde las muchas formas de diagnóstico presentes aún en día en la medicina tradicional china, hasta técnicas como la radiestesia, la lectura del aura, de los chakras o de los canales energéticos. Lo importante como siempre, no es cómo llega el terapeuta a esta información, sino que esta sea oportuna, suficiente y eficaz para el tratamiento del paciente. Esa es nuestra regla de oro en este tema.

Características de la Terapia Cognitiva

El Instituto Gubel, uno de los institutos latinoamericanos más renombrados en el tema (4) reporta que la Psicoterapia Cognitiva Conductual se caracteriza, entre otras cosas, por:

• Ser una psicoterapia breve.
• Focalizarse en el presente, en la problemática planteada y en su solución.
• Hacer prevención hacia futuros trastornos.
• Esta psicoterapia requiere de una labor en conjunto de terapeuta y paciente, ya que para lograr los objetivos propuestos, los mismos deben ser desarrollados entre los dos, siendo estos claros y compartidos, estar de acuerdo en las metas a alcanzar y en la modalidad a utilizar. Es necesaria la cooperación del paciente para, de este modo, realizar un trabajo en conjunto apuntando a una terapia breve y eficaz.
• El paciente obtiene un rol activo, en el cual debe trabajar no solamente en las sesiones con el terapeuta, sino también fuera del consultorio, con diferentes tareas propuestas por el profesional, psicólogo o médico.
• Se trabajan procesos de psico educación (educación mental. Nota mía, para que no nos perdamos); en el transcurso del tratamiento se ofrece información apropiada y es necesario también informar al paciente acerca de la modalidad con que se trabajará, proponiendo metas y objetivos a cumplir.
• Conocer en qué consiste este tipo de tratamientos además de ser de gran utilidad para el proceso en sí mismo, es también necesario ya que la persona tiene derecho a saber qué es lo que va a pasar en el transcurso de la terapia.
• Desde la psicología cognitiva se propician también diversos aprendizajes de utilidad para el paciente, quien incorpora técnicas y estrategias para su vida, facilitadas y propiciadas por el terapeuta. Estos aprendizajes son muy útiles, ya que luego de haber finalizado el tratamiento cuenta con recursos que le son ya propios y que puede llegar a aplicar en futuras situaciones.
• El objetivo principal es el de ayudar a las personas a superar la problemática planteada, para de este modo, poder manejarse mejor en su vida cotidiana. La reestructuración conceptual, referencial y operativa por medio de intervenciones psicoeducativas, modificaciones emocionales, conceptuales y la puesta en práctica de nuevas modalidades cognitivo conductuales, colaboran en mejorar el estado del paciente.

Aplicaciones de la Terapia Cognitiva

Por último, les cuento que la Terapia Cognitiva ha sido “aplicada con éxito como recurso terapéutico en el tratamiento del dolor, la depresión, hipertensión arterial, ansiedad social o fobia social y otras fobias de diferentes características y orígenes, crisis o ataque de pánico, el síndrome de intestino irritable o colon irritable, estrés,  trastornos por adicciones, como aporte para dejar de fumar, trastornos de angustia y de ansiedad, insomnio, desequilibrios dermatológicos y otras enfermedades psicosomáticas y síntomas psicológicos y médicos”, según manifiestan varias publicaciones del Instituto Albert Ellis (5)

El mismo Instituto Gubel (4) explica que “diferentes investigaciones de psicología basada en la evidencia han demostrado resultados eficaces sobre trastornos psicológicos emocionales y enfermedades psicosomáticas entre ellos:
• Adicciones.
• Ansiedad Social o Fobia Social
• Depresión
• Crisis de Pánico
• Conflictos de Relación
• SII Síndrome Intestino Irritable
• Estrés
• Disfunciones Sexuales.
• Dolor
• Fobias
• Fibromialgia
• Hipertensión.
• Ira.
• Inhibiciones.
• Trastorno Bipolar
• Trastornos de Ansiedad: fobias, ataque de pánico, TOC, fobia social…
• Trastornos de Angustia.
• Trastornos del Estado de Ánimo
• Trastornos Psicosomáticos
• Violencia.

Notas:
(1) Albert Ellis. Wikipedia en ingléshttp://en.wikipedia.org/wiki/Albert_Ellis_%28psychologist%29. Visitado en 15/09/2011
(2) Epitecto. Filósofo griego del siglo I, que perteneció a la escuela estoica. http://es.wikipedia.org/wiki/Epicteto. Visitado en 15/09/2011
(3) Albert Ellis. Overcoming Destructive Beliefs, Feelings, and Behaviors: New Directions for Rational Emotive Behavior Therapy. Promotheus Books. 2001
(5) Instituto Albert Ellis. Albert Ellis Institute. http://www.rebt.org/. Visitado en 15/09/2011

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